Y la verdad es que aunque no estoy muy contento, sí es una verdadera satisfacción y un orgullo poder terminar una carrera tan dura....realmente muy dura...
Y no estoy contento del todo porque como dije, hacer mas de 3:30 era un fracaso, y así lo sigo pensando. Y sobre todo porque creo que el fallo ha sido mental, porque aunque a partir del km 32 físicamente estaba roto, si hubiera sido un poco mas fuerte mentalmente, mas positivo y con mas confianza en mí mismo, éstos últimos km no los hubiera hecho tan terriblemente mal, solo con haberlos hecho a 5:30 que casi es andando, hubiera bajado de sobra de 3:30. Pero ahí está, la carrera es la que te pone en tu sitio, y esto es lo que hay, así que a partir de ahora lo que queda es mejorar.
La semana anterior a la prueba la pasé en Madrid por temas de trabajo, y eso hizo un poco mas ameno la semana de los nervios, entrené un par de días por el Parque JC1 con sus cuestas, y el Viernes 40 minutos de trote suave antes de coger el avión.
Ya en el vuelo, coincidimos con los corredores del Club Media Legua de Baena (Unos Cracks), con los que hemos compartido transporte, nervios, hotel, fotos y conversaciones de carreras....un abrazo muy fuerte para todos¡¡
En Roma nos esperaban nuestros acompañantes Ali, Eva y Paco, y la misma noche del Viernes, nos fuimos a cenar a la Zona del Trastevere.
El Sábado, y como era obligado, estábamos a primera hora en el Palacio de Congresos para recoger la Bolsa del Corredor, con dorsal y regalos variados, y una Espectacular Feria del Corredor, con stands de todas las marcas, de muchos maratones de todo el mundo, y de todo lo imaginable relacionado con el mundo del corredor, para pasar toda la mañana "bicheando"...
Y como también era obligado, de allí nos fuimos a hacer turismo por Roma, Vaticano, Castillo San Angelo, Plaza Navona, Plaza Fiori, parada a reponer fuerzas, mas Iglesias, Fontana di Trevi, Vía del Corso, PLaza España, Pópulo.....otra vez Fontana di Trevi de noche...Y todo ello andando¡¡¡¡ Menos mal que por lo menos nos fuimos a cenar prontito pare reponer fuerzas y descansar.
Domingo 6:30 de la mañana, despertador y a desayunar en el Hotel gracias a Tali que me cedió su desayuno. El gran día ha llegado, y aunque resulte increíble, no me duele nada, ni tengo fiebre, ni vómitos....por no tener no tengo ni nervios, creo que he vivido en mi mente tantas veces este momento que lo asumo como si no fuera la primera vez.
Junto con los corredores de Baena, nos dirigimos hacia el Coliseo, inmejorable lugar para la salida y llegada del Maratón. El día acompaña con una temperatura ideal y ninguna nube en el horizonte.
Llegamos a la zona previa a la salida, y una Organización impecable nos empieza a sorprender con unos camiones guardarropa perfectamente organizados para dejar nuestreas mochilas. Preparamos los geles, radio-salil, vaselina....quedan 30 minutos para la salida.
Antes, paso por el WC para soltar lastre
La salida está organizada por Cajones en función del tiempo indicado en la Inscripción, por lo que en teoría me tocaba en un Cajón diferente a Mario, sobre la marcha decidimos que me cuelo en el suyo y con un poquito de picaresca española ya está hecho.
Situados en el Cajón de salida, la vista es impactante; delante la Via del Foro Imperiale, el Sol saliendo por encima del Coliseo a nuestra espalda, y miles de corredores reprimiendo sus nervios y su ansia previa a la salida. Imagino que las sensaciones serían similares a la que vivían los Gladiadores 2000 años atrás antes de enfrentarse a su muerte.
Yo estoy tranquilo, Mario a mi lado igual. Estamos preparados, hemos entrenado duro, y solo nos queda disfrutar
A las 9 salen los Pro, y en 5 minutos estamos pasando por la Alfombra de Salida, la música resuena entre los gritos de ánimos de corredores y espectadores, y avanzamos lentamente. Los primeros metros nos sirven para liberar tensión, y pese a la cantidad de participantes, los dos primeros kilómetros conseguimos hacerlos a un ritmo decente.
La estrategia era ir la primera media a 4:40 y pasar la media en 1:40, pero ya a partir del km 3, las piernas van solas y mantenemos un ritmo alegre entre los miles de corredores, vamos adelantando competidores, pasamos el globo de 3:30, y me voy encontrando muy muy a gusto.
La sensación es de euforia, rodeado de maratonianos, en una ciudad preciosa, ambientazo de público y con mi Compi Mario al lado....Perfecto.
La primera visita de nuestro equipo estaba prevista en el km 12, pero en el 10 ya vemos a "la mas grande" destacando entre el público, y allí están todos, Came, Eva, Chapi, Tali, chillando mas que nadie y dando todo el ánimo.
Van pasando los km, y las sensaciones son las mismas, sobrado de fuerza y a ritmos cercanos a 4:30, disfrutando, aunque comentando con Mario "no vamos muy rápido??"
Primeros geles, y cada 5 km avituallamientos perfectos, Agua, Isotónico, Fruta, cada 2,5 km esponjas con agua...no faltaba nada.
Seguimos dirección Norte bordeando el río Tíber, y pasamos de nuevo por el Castillo, S´Angelo, Vaticano, se aproxima la media maratón, y vamos a hacerla en 1;37, es decir nos hemos ganado 3 minutos a la previsión.
Al pasar la media en este tiempo y calcular mis fuerzas la euforia me hace pensar en una muy buena marca, pero, la realidad es que todavía no había empezado el maratón..
Pese a las buenas sensaciones, desde el km 12 (primer gel) me acompaña un pequeño flato que viene y va pero no consigo que desaparezca del todo, y a partir del 25 empieza a hacerse notar un poco mas.
Pasamos el km 25 en 1:55, y aquí ya empiezan a pesar un poco los km, aún así mi euforia no disminuye.
En el km 28 llegamos al momento clave de la carrera, en este punto está una de las 2 subidas duras de la carrera, y aunque son solo 40 m de desnivel positivo, que prácticamente no me afectan el ritmo, las sensaciones negativas me golpean como un puño. De repente y sin avisar, todo se vuelve oscuro, y la euforia se torna en pesimismo y desmoralización.
De disfrutar como un enano, paso a ver solo lo lejos que está la meta, las pocas fuerzas que me quedan y lo difícil que se ha puesto la cosa. Es realmente increible como puede cambiar todo en minutos.
A partir de ese momento, todo se lo debo a Mario que me llevó hasta la meta. No tendré palabras para agradecerle su gesto, y aunque le insití en que tirase él solo, cada vez que me decía que se quedaba era como un balón de oxígeno.
Y a partir del km 32, y en especial del 35, la debacle absoluta. Imposible apretar el ritmo, mi cabeza ordenaba a mis piernas que corrieran pero éstas se negaban a alargar la zancada...Los kilómetros medían mucho mas de mil metros y se hacían eternos. Pasamos por la plaza Navona, y ni pude levantar la cabeza para mirar.
En el Km 35 volvía a estar el equipo esperando para animarnos, y menos mal, porque en ese momento veía totalmente imposible acabar los 7 km que me quedaban...Mira que he corrido veces la distancia de 7 km en los entrenamientos...pues mi cabeza me decía que no llegaba---
No sé como, con algunas paradas, diciéndole a mis piernas un pasito mas, y otro, y otro, y sobre todo gracias a los ánimos de Mario, subimos la Via del Corso hasta el Populo y de allí de vuelta por la Fontana hasta la Plaza Venezia donde volvían a estar Came, Tali, Chaparro y Ali....Y allí, aunque muerto ya comencé a divisar el Coliseo y la VICTORIA.
Los 2 últimos km no acababan nunca, y la verdad es que el cansancio tampoco me dejó saborear mucho el momento. Aún así nada mas cruzar la meta me fundí en un abrazo de agradecimiento a Mario y por fin pude parar de correr¡¡¡¡
Nos dieron, bebidas, mantas, la medalla.....pero en ese momento llegó lo peor, y es que aunque en los últimos km me habían apuntado algunos calambres sobre todo en la zona de los Gemelos, al empezar a andar de nuevo hacia la salida, unos terribles calambres empezaron en los pies, subiendo por los Gemelos, produciéndome un dolor terrible unido a la impotencia de no poder hacer nada para remediarlo. Llegúe a chillar como un loco de dolor, y tuve que ser asistido por los médicos, que me dieron azúcar y masajes. Momento muy, muy malo, de hecho me tuve que ir descalzo porque me era imposible ponerme de nuevo las zapatillas.
Tras la ducha en el Hotel y un par de horas, el tema remitió, aunque hay que darle una vuelta porque no es la primera vez que me pasa.
Conclusión: En cuanto a los entrenamientos, creo que he hecho lo adecuado. Es un buen plan, si acaso habría que meter un par de tiradas mas largas de unos 30/32 km por conocer un poco mas el momento.
En cuanto a la hidratación, no hacía mucho calor pero por la elevada humedad, sudé mucho mas que habitualmente. Creo que esto igual que otras veces me lleva a perder muchas sales que son las que al final me provocan los calambres, como en Doñana o la Turdetania. Solución: mas hidratación con Sales.
En cuanto al "Muro", no se me ocurre que hacer para evitarlo, creo que está ahí para todo el mundo aunque algunos tienen mas fuerza que otros para saltarlo. Debo trabajar mas mentalmente, y quizás físicamente, porque pasar de ir perfecto a estrellarme en un par de km no debe ser achacable a la preparación física.
La Maratona di Roma....Espectacular , sin palabras, el entorno perfecto, los adoquines no los ví, había un par de cuestas,,,(y bueno??), la organización increíble...Para repetir y recomendar.
Y los acompañantes, lo mejor¡¡¡ Animando si parar, chillando mas que nadie....Y gracias también a los que me animaron desde Sevilla¡¡¡ sobre todo a mi compi JC que hubiera matado por acompañarnos...
Y sin duda, todo se lo debo a Mario, desde empezar a correr hasta acabar este reto....Espero poder devolvérselo, aunque solo sea una parte, algún día....
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